El 22 de noviembre se celebra en Chile el Día de la Educación Parvularia o Inicial. Es una fecha que destaca la labor que realizan, a diario, las y los educadores por la primera infancia, momento clave en el desarrollo del ser humano para su aprendizaje y participación en la sociedad.
El marco curricular implementado para este nivel educativo, actualizado el año 2018, son las Bases Curriculares de Educación Parvularia, cuya nueva versión:
“Destaca elementos que responden a nuevos requerimientos y énfasis de formación para la primera infancia, tales como la inclusión social, la diversidad, la interculturalidad, el enfoque de género, la formación ciudadana, el desarrollo sostenible, entre otros”[1]. (Ministerio Educación, 2018)
Si bien en las Bases Curriculares se declara la promoción de la inclusión y respeto por la diversidad y, a su vez, el marco normativo nacional reconoce el derecho a la educación de la primera infancia con discapacidad y promueve su inclusión, a la fecha muchas familias siguen sintiéndose discriminadas por la condición de discapacidad de su hijo/a al querer ingresar a un establecimiento educativo y, al mismo tiempo, los equipos educativos siguen sin la formación de base y continua para promover el aprendizaje y la inclusión de la primera infancia con discapacidad.
En atención a esta realidad, desde el año 2013, el Servicio Nacional de la Discapacidad (SENADIS), a través de su Programa de Atención Temprana:
“Busca reducir las barreras de inclusión social y educativa de niños y niñas de 0 a 6 años con discapacidad y/o rezago del desarrollo, que asisten a establecimientos de educación parvularia y que reciben subvención o financiamiento del Estado. Propone, a través de procesos de formación y apoyo, incorporar de forma gradual el modelo de educación inclusiva en contextos de educación parvularia, con el objetivo de reducir barreras y promover la participación, el aprendizaje y el juego de niños y niñas de 0 a 6 años, incorporando el desarrollo de acciones para los diferentes agentes involucrados en el proceso educativo”[2].
Si bien este programa es un aporte en la promoción de la inclusión de la primera infancia con discapacidad, el 2021 solo llegó a un total de 203 establecimientos (Fuente: SENADIS), lo que no alcanza a abarcar la totalidad de los más de 5000 jardines infantiles públicos a nivel nacional y, por lo tanto, no llega el apoyo a todos los niños y niñas con discapacidad, sus familias y los equipos educativos que lo requieren.
El derecho a la educación, es un derecho humano fundamental que no excluye y que, en el caso de niños y niñas con discapacidad, debe ser reconocido y respetado a través de la promoción de su participación activa y el desarrollo al máximo de su personalidad y sus habilidades (Art. 24 Convención sobre los Derechos de las Personas con Discapacidad, 2006); atendiendo de manera oportuna y efectiva sus necesidades e intereses, eliminando todo tipo de barreras e implementando los ajustes razonables correspondientes para esto.
Entender la sala cuna, el jardín infantil y los niveles educativos de pre kínder y kínder, como un entorno natural propicio para la inclusión, de niños y niñas con discapacidad, es reconocer su relevancia estratégica para este proceso, ya que:
- Es el lugar donde niños y niñas pasan gran parte de su tiempo, después del hogar.
- Cuenta con un currículo educativo flexible, que se enmarca en el enfoque de derechos y promueven la educación inclusiva de calidad.
- Es el espacio en donde niños y niñas, con o sin discapacidad, adquieren sus primeros aprendizajes al interactuar con el ambiente, sus pares y adultos.
- El equipo educativo tiene una posición estratégica con la familia, en cuanto al canal y frecuencia de comunicación que puede establecer con ella.
En el Día de la Educación Parvularia debemos relevar la urgente necesidad de contar con una educación inclusiva de calidad efectiva, que promueva la participación de niños y niñas con discapacidad, entregando todas las herramientas necesarias a los equipos educativos para esto y así, respetar y promover el derecho a la educación, desde los primeros años, sin discriminación de ningún tipo.
Mónica Apablaza Aravena
Directora del Diplomado de Atención Temprana para la Inclusión de la Primera Infancia con Discapacidad de la Facultad de Educación y Ciencias Sociales de la Universidad Andrés Bello.
[1] Ministerio de Educación. Bases Curriculares de Educación Parvularia, 2018, pág: 9
[2] Servicio Nacional de la Discapacidad. En link: https://www.senadis.gob.cl/pag/273/1514/programa_de_atencion_temprana