“En algún punto perdido del universo, cuyo resplandor se extiende a innumerables sistema solares, hubo una vez un astro en el que unos animales inteligentes inventaron el conocimiento. Fue aquel instante el más mentiroso y arrogante de la Historia Universal”.
La “Historia Tradicional”, vista como un discurso, ha sido quizás el medio por el cual los grupos sociales que sustentan el poder han mantenido controlados a los “otros” grupos, mediante verdades legalizadas a través del conocimiento.
La pregunta que surge, casi irremediablemente… ¿De dónde surge este conocimiento?, ¿Qué legaliza estas verdades?
Según Michel Foucault, este conocimiento surgiría a partir de una práctica social especifica, la “del dominio”, y la “Historia Tradicional” sería un ejemplo claro de esto, en especial, si estamos hablando del conocimiento de Occidente, en dónde se nos presenta como un elemento de Poder. La búsqueda de la verdad sería un cepo en que se afirma occidente, así el dominio, la manipulación se da por medio de las supuestas ideas de un sujeto a priori, que debe despreocuparse de sus experiencias, es decir de sí, y desde allí emprender viaje a los orígenes. Por ello la “Historia Efectiva” propuesta por Foucault propone alejarse, tomar distancia de los objetos que observar como contrapartida de la “Historia Tradicional” que lo que hace es acercarse al objeto y desde allí elaborar su propuesta.
La Genealogía como metodología, nos presenta la posibilidad de buscar no en los orígenes, sino en aquello llamado invención, que es el producto de la ruptura o como Nietzsche nos dice “…la invención es, por una parte una ruptura y por otra, algo que posee un comienzo pequeño, bajo, mezquino, inconfesable”.
Por lo tanto, el conocimiento sería el fruto de esta ruptura, que no es más que los juegos de fuerza entre distintos elementos que producirán el conocimiento.
Son estos juegos de fuerza lo que la “Historia Efectiva” debe buscar para entender como se ha generado el poder en los grupos sociales, se trata de ir de abajo hacia arriba, aunque esto significaría encontrase con un sinnúmero de ramificaciones, cada una con vida propia y que da luces de los seguimientos de constructos ideológicos que imponen verdades. “La Genealogía exige… el saber minucioso, gran cantidad de materiales apilados, la paciencia”.
Volviendo a retomar la idea del conocimiento como invención, y tomado como referente a Platón con su “Alegoría de la Caverna”, donde manifiesta que el conocimiento está dado como un descubrimiento: descubrir la gran luz que generaba las sombras, pero que sin embargo, esa luz implicaba un juego, así siempre existiría algo anterior, no acabando nuca el circulo. Es por ello que Schopenhauer y los demás que buscaban el origen, siempre llegaban a Dios, ya que se encuentran buscando la causa primera. Pero en la Historia Efectiva, el origen no es lo buscado, lo buscado es la invención, donde se generó determinado conocimiento, que fuerza se movieron para producir aquello, dice Nietzsche “…la historia no es eso, la historia no se hace de esa manera, las cosas no suceden así, porque la religión carece de origen…fue inventada, hubo una invención de la religión; en algún momento dado ocurrió algo que la hizo aparecer, la religión fue inventada, no existía con anterioridad”.
Así podríamos afirmar, que nada ha tenido origen, todo ha sido inventado, podría sugerir manipulado, para conseguir el poder o mantenerlo y será entonces que, esos actos “inconfesables” esa serie de “pequeños mecanismos”, esas “oscuras relaciones de poder” lo que debemos buscar, analizar, identificar, conocer y develar, para llegar a la forma en que se formula el conocimiento.
Dr. Ricardo Cristi López
Dirección de Educación Continua
Facultad de Eduación y Ciencias Sociales UNAB