Transformar implica transgredir: creencias, prácticas arraigadas, servicios y políticas.
No obstante, está gran transformación en el área de la discapacidad, más allá de las políticas públicas, tiene relación en un primer momento, en pequeñas acciones, de manera individual y desde la creencia firme que es posible y necesaria, ¿ pero por dónde comenzar?
En un primer momento, dentro de nuestro contexto más cercano, con las personas que acompañamos y apoyamos, en mi sala de clases, en mi lugar de trabajo, en mi barrio, en mi comunidad. Una vez que comenzamos este camino, se transforma en una decisión irrenunciable, entendiendo que no es una cuestión de elección y menos aún desde un enfoque paternalista, sino más bien, de cuestiones éticas y en estrecha relación con los derechos humanos de las personas con discapacidad.
Desde allí, avanzar desde un cambio de miradas, pero ¿Qué implica el transformar miradas?
Entender las diferencias como parte de la humanidad, desde el valor que esto implica, avanzar para que todas las redes de servicios, salud, educación, ocio, estén disponibles para todos los ciudadanos y ciudadanas.
Rappaport, quien nos habla del modelo del cambio social, promueve la transformación del entorno social para reajustar sus funciones y dar un espacio a todos sus miembros en función de la inclusión.
Considerando lo recién expuesto en el texto, recientemente hemos vivido la experiencia junto a un grupo de estudiantes del Diplomado en Inclusión Educativa y Social de personas con la Condición del Espectro Autista de Universidad Andrés Bello, un programa de pasantía académica en la Universidad de Burgos, en donde cada estudiante tuvo una gran tarea, poner en práctica un proyecto de micro transformación una vez de regreso en nuestro país, ¿Qué nos cuentan Nedjelka y Felipe?
Nedjelka Tomicic, Profesora de Inglés, nos relata lo siguiente, en relación a su experiencia en la zona norte de nuestro país “La propuesta abordó la temática del autismo en mujeres adultas mediante un focus group. Se contó con la participación de 3 mujeres en el espectro autista. Dicha actividad causó un potente impacto en las mujeres participantes, en donde cada una de ellas se vio reflejada en el relato de sus pares. En cuanto al alcance de esta actividad en la comunidad local, se publicó la iniciativa en un diario local, lo que permitió a los lectores contar con conocimiento acerca del autismo; sin embargo, aún falta mucho que hacer para derribar prejuicios y estereotipos aún arraigados en la sociedad”
Felipe Tapia Faúndez, Psicopedagogo y Profesor de Historia y Geografía, instaló un programa de acompañamiento dentro del contexto de educación superior “El programa de acompañamiento psicopedagógico integral tiene como objetivo acompañar la inserción educativa de estudiantes que poseen la condición del espectro autista, y que se encuentran estudiando en la Universidad Tecnológica Metropolitana basado en la mediación cognitiva de Reuven Feuerstein. Bajo este modelo es que el programa presenta 4 grandes unidades: ¿Qué quiero para mi vida? Basado en el modelo de calidad de vida, Analizando mi elección profesional, Organizándome para vivir la universidad y Aprendiendo habilidades para vida.
Tomando nuevamente a Rappaport y las experiencias de nuestros pasantes, la transformación se instala por medio de diversos niveles, en primer lugar, centradas en las personas, en los grupos pequeños, en las organizaciones y por último en la institución y en la comunidad.
Finalmente, la gran pregunta que debemos hacernos hoy ¿Qué estamos haciendo para la intervención comunitaria?, ¿de qué manera estamos provocando estas pequeñas micro transformaciones? Hoy te invito a avanzar por la senda de la transformación.
Lilia Siervo Briones, educadora diferencial
Directora Diplomado Inclusión Educativa y Social de Personas con la Condición del Espectro Autista Universidad Andrés Bello.