Hoy queremos celebrar el día de la mujer, reconociendo el aporte de quienes han marcado la historia de la educación, a través de su trabajo científico: destacando la importante labor que cumplió tiempo atrás Eloisa Díaz Insunza (1866-1950). Destacada médico y pionera en la educación chilena, desafió las normas de género al ingresar en 1881 a la Escuela de Medicina de la Universidad de Chile, siendo la primera mujer chilena y sudamericana en cursar estudios superiores. Su destacado desempeño la llevó a obtener el título de médico cirujana en 1887. A lo largo de su carrera, se destacó como Médico Inspector de las Escuelas Públicas, liderando importantes reformas educativas a nivel nacional, como la creación del servicio médico dental y la implementación de comedores escolares. Fundadora de instituciones como el Servicio Médico Dental y el Consejo Nacional de Mujeres, Eloísa Díaz también se involucró en la lucha contra la tuberculosis y el alcoholismo. Su legado perdura en su incansable dedicación al servicio social, mejorando las condiciones de vida de la población chilena hasta su retiro en 1940, dejando un impacto duradero en la salud y educación del país.
Nos legó, además de su trabajo en el frente educativo, una obra que todavía merece ser leída, que hace algunos años fue reeditada por el historiador Rafael Sagredo, que encabezó el proyecto “Biblioteca Fundamentos de la Construcción”: : “Higiene Escolar. Recopilación de Informes del Médico-Inspector de las Escuelas Públicas de Santiago Doctora Eloísa Díaz” (1905).
Queremos compartirle esta obra. En las primeras páginas va a encontrar un completo estudio introductorio elaborado por María Loreto Egaña Baraona y Mario Monsalve Bórquez, que evidencia la preocupación de Eloísa Díaz, por las carencias que enfrentaban las escuelas públicas chilenas, en términos de infraestructura y los demás elementos básicos, generando una fuerte brecha de oportunidades para los niños y niñas con vulnerabilidad económica y social, que se mantiene hasta hoy.