El informe “Panorama de la Educación 2024” de la OCDE ofrece una visión comparativa sobre la situación educativa de los países miembros, incluyendo algunos datos sobre Chile. Uno de los puntos más destacados por este documento es la marcada participación del sector privado en la provisión de servicios educacionales en Chile: solo el 37,1 % de los estudiantes de primaria asisten a instituciones públicas. Esta realidad contrasta con la de los demás países de la región, en los que tiene una posición dominante la educación provista por el estado:
“En España, el 68,1 % de los alumnos y alumnas de educación primaria están matriculados en centros públicos, el 28,0 % en concertados y el 3,9 % en privados, cifras que se mantienen prácticamente iguales en la educación secundaria con un 68,0 % en centros públicos, 28,1 % en concertados y 3,9 % en privados. En comparación con la UE, España tiene una menor proporción de alumnado en centros públicos (86,1 % en educación primaria y 84,2 % en la primera etapa de educación secundaria en la UE) y una mayor proporción en concertados (11,2 % en educación primaria y 13,1 % en la primera etapa de educación secundaria en la UE25). En cuanto a la OCDE, los porcentajes también son también más bajos en España para los centros públicos (84,9 % en educación primaria y 81,9 % en la primera etapa de educación secundaria en la OCDE) y más altos en concertados y privados (Gráfico 1.12).
Existen casos extremos, como Países Bajos, que tiene casi la totalidad del alumnado en centros privados dependientes del gobierno en educación primaria (99,7 %) y la primera etapa de educación secundaria (98,1 %). Otro caso particular es el de Chile, que muestra una de las distribuciones más peculiares con solo el 37,1 % del alumnado de educación primaria en centros públicos y un notable 53,2 % en concertados. Esta tendencia se mantiene en la educación secundaria con un 40,0 % de alumnado en centros públicos y un 51,5 % en centros concertados”.
En otros ámbitos las cifras chilenas están más bajas que el promedio de la OCDE, pero alineadas con la realidad Latinoaméricana.
La escolarización en la primera infancia en Chile es baja en comparación con otros países de la región, lo que representa una oportunidad para fortalecer las políticas de educación temprana. El gasto en educación primaria en Chile, que asciende a 7,081 dólares por estudiante, es relativamente bajo si se compara con los países de la OCDE, pero está en línea o incluso por encima de algunos países de América Latina (por encima de países como Perú, Colombia y México), tienen un gasto público por estudiante en educación primaria menor que el de Chile.
Un dato preocupante: el porcentaje de docentes jóvenes viene disminuyendo desde hace algún tiempo en Chile, tendencia que podría afectar el futuro de la educación en el país. Es importante impulsar un proceso de renovación del cuerpo docente.
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Por Ignacio Muñoz Delaunoy.