La académica Mónica Apablaza, directora del Diplomado en Atención Temprana para la Primera Infancia con Discapacidad, ha recibido el encargo de una importante editorial para escribir un libro sobre inclusión temprana en jardines infantiles.
Se trata de una iniciativa de enorme trascendencia social, porque pone en evidencia una tensión que atraviesa hoy a miles de jardines infantiles en nuestro país. La normativa vigente les exige abrir sus puertas a la inclusión, un mandato justo y necesario que busca garantizar el derecho a la educación de niños y niñas con discapacidad desde la primera infancia. Sin embargo, esa exigencia no viene acompañada de los recursos ni apoyos técnicos indispensables para concretarla.
En la práctica, los jardines deben hacer mucho con muy poco: adaptar espacios, generar materiales especializados, acompañar a las familias y formar a su equipo pedagógico, todo ello sin contar con subvenciones ni financiamiento específico. Se trata de una tarea compleja, demandante y costosa, que muchas veces recae en la vocación, la creatividad y el esfuerzo de las educadoras más que en un sistema de apoyo sólido.
Este vacío entre lo que la ley demanda y lo que el Estado provee constituye un desafío urgente de justicia educativa. No se trata solo de cumplir con una norma, sino de asegurar que la inclusión sea real y efectiva, evitando que quede reducida a un ideal en el papel. Por eso, iniciativas como este libro buscan visibilizar esa brecha, sensibilizar a la sociedad y proponer soluciones que permitan avanzar hacia jardines infantiles que puedan incluir de verdad y con dignidad.